Sergi y José, dos jóvenes próximos a cumplir los 30, inician una relación sentimental en 2005, pero tienen distintas perspectivas sobre la idea de formar una familia. Sergi quiere adoptar a un niño, aprovechando la reciente aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en España, mientras que Jose no se siente preparado para la paternidad. Esa discrepancia crea tensiones entre ellos.
Pese a la resistencia inicial de José, una sesión informativa sobre adopción en 2010 le hace cambiar de opinión y solicitan adoptar. Sin embargo, la crisis económica y la posible derogación del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2011 crean inestabilidad y provocan su ruptura. Por último se reconcilian y deciden continuar con el proceso de adopción.
En 2018, Sergi y José reciben la noticia de que les han asignado un niño, David, al que llamarán Joel. El proceso de vinculación con el niño, que incluye la colaboración una familia de acogida, y la psicóloga, es intenso pero gratificante.Aprenden a cuidar de su hijo ya abordar las cicatrices emocionales de su abandono, construyendo su nueva familia con amor y paciencia.